con gotas de sangre que
desgarra a las almas
con vino rojo que
calcina la garganta
y una ceniza que
yace desgastada
se escuchan campanas
y anuncian hora de muerte
dulce velo abrazador
en un sepulcro indulgente
un cielo no cabe
en un infierno
y una luz es diminuta
en la oscuridad
la melancolía que
llega y se va
sempiterna alma que
anhela la noche
por favor
no la despierten de nuevo.
―Nakamura Ryu.